Espigón

espigón

  1. m. Punta del palo con que se pincha a los animales cuando no hacen la tarea.
  2. Punta de un instrumento puntiagudo utilizado para actividades sexuales sadomasoquistas.
  3. Macizo saliente que se construye a la orilla de un río o mar para proteger la orilla, desviar la corriente, o sacar fotos.

Tengo unos zapatos mágicos que vuelan cuando todas las luces están apagadas. Me los pongo y se elevan tres centímetros en el aire, pero solamente en mi cumpleaños.

Una vez soñé que me metía en un lago de piñas duras y ásperas, mientras un enemigo salía de una cáscara de banana gigante.

Las tres y media de la mañana es la hora de los panqueques, con mucho amor y tristeza, con vino y percusión.

Tremendas ganas de bailar te dieron cuando te perdiste sola en la marea. Alguien te está buscando.

Y seis botones es mucho, es una prueba para detectar a la gente paciente, la que se toma el tiempo de disfrutar el ritual, la que enriquece el juego con expectativas y ansiedades tan tangibles como los dedos de los pies.

Irradiar animalidad es la profesión por excelencia del siglo XXI, los que se dediquen a ella van a conquistar no al mundo, sino al resto de los hombres y mujeres; no al dinero, sino a la pasión.

La nostalgia necesita un -aunque sea- breve tiempo de cocción. Se le agrega comino, cilantro, y se la deja a fuego lento unos cuantos meses, años, que parecen siglos.


"Andá al pasillo y colgate", me dijeron una vez, sin querer.
Los viajes son la bisagra de la vida, los puntos de inflexión. Los recuerdos de todos se mezclan en una misma urdimbre desenfrenada, desordenada, ilógica total. Se sale de la razón cotidiana y se entra en otro tiempo-espacio.
Un alféizar más ancho de lo normal, como para sentarse toda la tarde; un campo suntuoso donde las avispas y las arañas batallan a muerte junto al cráneo de vaca; un eterno viaje por autopista que no lleva más que a un eterno retorno en autopista; una siesta en un verano ajeno, en un parque que está en otro idioma; un océano que nunca vi, más frío de lo que debería ser legal; horas en la ruta haciendo dedo, con una olla de comida extraña como el más preciado tesoro...
Y tantas imágenes más.


Viajar todos los días. De casa al trabajo. Viendo las cosas como si fueran nuevas. Actuando como si uno estuviera en un país desconocido, sin inhibiciones.

La muerte y el lápiz labial

Miraba el espejo retrovisor, totalmente paranoica, desde el asiento trasero. En algún lugar de la ciudad Marcos me esperaba, completamente empepado, ¿o era parte del sueño?

Salí de la ducha, corrí hasta la ventana. Cuando estaba por tirarme, vi mi reflejo desnudo en el edificio de enfrente. Se veía mi cuerpo distorsionado a lo lejos, asustado. Mi expresión me era totalmente ajena, los ojos desorbitados. ¿Qué estoy haciendo?

Marcos entraba al café, buscaba imágenes, perdido, en el techo. Quiero correr. Así como había entrado, salió trotando. Mientras, paso tras paso, se perdía en el apagado y lejano sonido que devolvía la tierra después de cada impacto, con un desfasaje considerable entre imagen y sonido. Se sacó la remera y la tiró al piso. Se sacó el arito de la ceja y se lo guardó en un bolsillo. Siguió corriendo.

A las cuatro menos cinco estaba en la plaza. Después de cinco minutos vi pasar el auto violeta, que me llevaría a un lugar a donde, por algún motivo, tenía que ir. No recordaba por qué ni a dónde, pero me daba vergüenza admitirlo, o quizá era un asunto de seguridad tan confidencial que ni yo misma me permitía recordar mi próximo paradero. No confío en nadie.

Marcos estaba dormido atrás de una planta. A cinco metros suyo dos chicas tomaban mates y de vez en cuando lo miraban para comprobar si respiraba. Con los brazos y piernas totalmente extendidos, se desplegaba por el suelo como una estrella brillante. En su mente pasaban más cosas por minuto que en la ciudad entera en una hora. Levantate, tenés que encontrarla.

El espejo retrovisor enmarcaba siniestramente el par de ojos más violento que me había mirado. ¿Quién era ella? Se sentía como una madre. Lo insólito es que veía su espalda moverse, su nuca girar, mirar hacia los costados, con una actitud relajada. Pero el espejo mostraba dos ojos fijos clavados, que no se movían ni un milímetro, como un recuerdo impreso del eterno acechar de los enemigos encubiertos. Su mano se acercó lentamente a la guantera...

Trepado como un simio a las torres de la iglesia, saltaba de nervadura en nervadura, de cornisa en cornisa; divisaba la lejanía como un águila. Las casas daban vueltas, los edificios crecían y se achicaban. ¿Dónde estás? En una visión apocalíptica pudo prever un futuro sin humanos, donde las ruinas de la iglesia quedaban sepultadas bajo las eternas capas de materia fecal extraterrestre.

La mano se acercaba lentamente a la guantera, en un gesto terminal. Mi respiración, junto al latido de mi corazón, se detuvo por completo. Pensé en saltar del auto en movimiento, pero afuera sólo se veían ríos de animales de granja, con caudales tan potentes que podrían haberme arrastrado hasta el fin del tablero, causando mi última y final perdición. Abrió la guantera, aún clavándome la mirada. Sacó un lápiz labial. Pude volver a respirar.

Trepado a una oveja, veía a unos veinte metros el auto violeta, naranja, amarillo... No paraba de cambiar de color. Saltó para caer sobre un pato mutante que volaba al ras de la temblorosa superficie de bovinos. Unos segundos después la vio, dentro del vehículo. En el asiento delantero estaba la muerte, con un lápiz labial rojo en la mano.

La mano huesuda sostenía el pintalabios con espíritu real. Lo acercó lentamente al espejo retrovisor, donde escribió con letra de maestra de primer grado. "Fuck you", decía la inscripción.

Marcos volaba en su pato cada vez más cerca del coche. Finalmente, su mano temblorosa y tentacular pudo alcanzar la puerta trasera.

La muerte empezó a reír, mientras terminaba de redactar su desesperanzador mensaje carmín. Escuché un ruido a mi lado. ¡Es él! Abría la puerta lentamente.

Abría la puerta lentamente. Lo vio y sonrió. Ya estoy mejor.

Fuck you too, muerte. Yo me voy en pato, vos te quedás acá.





Death and lipstick

I was staring at the rearview mirror, totally paranoic, from the back seat of the car. Somewhere in the city, Marcos was waiting for me, full of LSD, or it was all part of the dream?

I went out of the shower and ran towards the window. When I was about to jump, I saw my naked reflection in the building across the street. I could see my frightened and distorted body in the distance. The look on my face was totally alien, my eyeballs were exorbitant. What am I doing?

Marcos was entering the coffee shop, lost, looking for images on the roof. I want to run. As well as he came in, he went out, running. In the meantime, step after step, he got lost in the dull and distant beats coming out of the earth after every impact, with a meaningful phase shift between image and sound. He took his shirt off, threw it to the ground. He took the piercing out of his eyebrow and put it into his pocket. He kept on running.

It was five to five when I was in the park. After exactly five minutes, I saw the purple car that would take me somewhere that, for some reason, I had to go to. I didn't remember why, or where, but I was embarassed to admit it... Or maybe it was such a confidential business that I couldn't even allow myself to remember it. I trust no one.

Marcos was asleep behind a bush. Five meters from him, there were two girls having a picnic and, from once in a while, they checked if he was still breathing. With his arms and legs totally spread, he seemed a shiny star. Inside his mind, there were more things happening in a minute than in the entire city in an hour. Get up, you have to go find her.

The rearview mirror sinisterly framed the most violent eyes I had ever looked at. Who was her? She felt like a mother. The most unusual thing about it was that I could see her back moving, her neck turning, looking both sides, with a relaxed attitude. But the mirror showed two staring eyes that wouldn't move a milimeter, like a printed memory of the eternal watching of the undercover enemies. Her hand slowly approached the glove box...

Climbing like a monkey the church towers, he jump from rib to rib, from cornice to cornice; descrying in the distance like an eagle. The houses were jumping around, the buildings grew bigger and smaller. Where are you? In an apocalyptic vision he could foresee a future without humans, where the ruins of the church were buried under eternal layers of extraterrestrial feces.

The hand was slowly approaching the glove box, in a terminal gesture. My breathing, along with the beating of my heart, stopped. I thought of jumping out of the moving car, but outside you could only see farm animal rivers, with flows so powerfull that they could have dragged me to the end of the board, causing my last and final doom. She opened the glove box, still staring at me. She took a lipstick out. I could breath again.

Climbing onto a sheep, he could see, twenty meters away, the purple car, the orange car, the yellow car...... It kept on changing colours. He jumped on a mutant duck that was flying over the shaky surface of  cattle. A few seconds later he saw her, inside the vehicle. In the front seat was Death, with a lipstick in her hand.

The bony hand held the lipstick with royal spirit. She slowly approached it to the rearview mirror, where she wrote with first grade teacher handwriting. "Fuck you", said the message.

Marcos was flying in his duck, closer and closer to the car. Finally, his shaky and tentacular hand could reach the back door.

Death started to laugh, while she finished to write her red hopeless message. I heard a noise by my side. It is him! He was slowly opening the door.

He was slowly opening the door. She saw him and smiled. I feel better now.

Fuck you too, Death. I leave, riding a duck, you stay here.

Animando (dibujito)

Porfa porfavorcito
haceme un dibujito
que se mueva como papafrita voladora
aleteando entre nubes de tentáculos,
que se maree con tan sólo pensar en alfombras verdes.
Haceme un dibujito confundido,
peludo, molesto, traumado,
insoportable, irreverente, inmoral,
pornográfico, pelotudo, marginal.
Vos que sos medio rarito,
haceme un dibujito.

Facu


Ya iba para casa, re manija, como siempre. Caminando a mil.
-¿Por qué caminás tan rápido? -me pregunta Facundo de la nada.
-Siempre voy así, re manija.
Seguimos caminando unos metros.
-¿Tu vieja cómo anda?
-Bien. Hoy la visité.
-¿Fueron a tomar unos mates a la plaza?
-No fui para su casa. Estaba tomando mates con un amigo. ¿La tuya? ¿La visitaste? ¿Le mandaste mis saludos?
-No, está lejos... Está en Junín. Pero últimamente me pasa algo muy loco que es que tenemos una relación tan cercana que no necesito verla. Estamos juntos aunque estemos separados. Ella me siente ahí...
Seguimos caminando, llegamos a la plaza, a mi plaza.

La era de los titanes acabó cuando llegaron los marcianos. Veo el aura de las personas. ¿Cómo te llamás? Vos estás en contacto con la naturaleza. Es obvio que somos iguales si no no estaríamos acá sentados. Se nota que sos buena persona. Sabiduría. Soy un ángel. Sale mi animal. Número áureo. Ayudar a la gente es ser feliz y que ellos perciban esa felicidad. Apagar el tercer ojo para no ver la negatividad de la gente, es recomendable. Me invitan los nenes a jugar a la pelota porque se dan cuenta... y hago de arquero. Te invito a fumar. Salgo corriendo. Odontología. Gente muy oscura. Escuchar pero no oír para sobrevivir. Mi ángel. Libre albedrío. Un caracol. Un gato. No es mi gato. Acá no te puede pasar nada. Vos avisame. Yo tiemblo. 

Después de enseñarme la elongación hermética, treparse a un árbol y contarme de sus chacras, llegó el momento.
-Así que no tenés miedo vos... -me dijo mientras me acariciaba el pelo.
-Y no, si sos un niño.
Pasaron los minutos.
-Llegó el momento. Nos vamos a volver a cruzar, Facundo.
-Y si no nos cruzamos...
-Nos vamos a volver a cruzar.

Entrevista a Mark Shapiro, Laika, USA


Mark Shapiro



MiniBio
Mark Shapiro es brand y marketing manager en Laika. Nacido en Seattle, asistió a la Universidad Emerson, en Boston, y a la Colorado College en Colorado Springs. También completó sus estudios en la Lewis & Clarck College en Portland, donde actualmente trabaja. Su amplia carrera en marketing y comunicación lo llevó a trabajar a lo largo de los Estados Unidos, trabajando en relaciones públicas, desarrollo de branding, publicidad y producción cinematográfica para compañías que incluyen Nike, Town & Country Magazine y Upper Deck. En 2007 se unió a Laika, donde administra las estrategias de marketing, incluyendo el marketing para la identidad corporativa de la empresa, como la de sus films animados.


¿Qué diferencia hace que Laika esté instalada en Oregon y no en Hollywood? ¿Cómo influencia el lugar a la empresa?
Laika, originalmente, empezó siendo Will Vinton Studios, comenzando hace unos treinta años en Portland. En 2005, la compañía fue rebautizada como Laika. El nombre “Laika” significa “pequeño perro que ladra”, por la perra rusa que fue al espacio. La definición sería “perro que ladra en un lugar inesperado” que, en este caso, sería Portland. Nosotros hacemos películas, hacemos películas animadas desde la sección de entretenimiento de nuestra compañía, y no lo hacemos en Hollywood, sino que queremos estar en Portland. Portland tiene una vibra diferente, un sentimiento distinto al que hay en Los Ángeles. Hay mucha gente joven, que se dedica a hacer cosas manufacturadas, hechas a mano. Nuestros filmes son manufacturados, casi todo está hecho a mano. Eso hace una enorme diferencia con otros estudios. Por toda la ciudad podés ver gente haciendo cosas manufacturadas o artesanales, incluso cervezas, vinos, cosas. Es un ambiente de emprendedores artesanales.


¿Trabajan con muchos artistas y animadores de Portland?
Sí... De todo el mundo, en realidad. Pero nos gusta la energía del lugar. Es un ambiente distinto. También hay mucha gente que viene de Los Ángeles, o de New York, Chicago, Londres, Manchester, y estamos todos en Oregon.


¿Podríamos decir, entonces, que hay un vínculo entre la manufactura propia de Portland y la famosa técnica de stop motion que ustedes utilizan?
Sí, claro. Laika tiene dos sectores. Está Laika Entertainment, que es el sector que hace los largos: Coraline (en 2009), ParaNorman (en 2012) y BoxTrolls (en 2014). Por otro lado, está Laika House, que produce comerciales y otro tipo de contenido. Nuestras películas de Laika Entertainment son todas en stop motion. Las primeras tres, obviamente, son en stop motion.


¿Podrías contarnos sobre el estilo de Laika? ¿Se puede decir que es independiente, familiar, casero, artesanal pero, al mismo tiempo, algo mainstream?
Creo que sí, se ve lo casero, y, nuevamente, es lo que nos diferencia de otros estudios que hacen películas en 3D. Creo que, cuando se hace animación con muñecos, naturalmente, las películas tienden a ser diferentes en estilo. Todas la películas en stop motion suelen ser distintas en estilo. A veces, tienen un lado ingenuo pero, cuando hacés algo con las manos y estás moviendo los muñecos con las manos, cuadro por cuadro, las historias suelen ser distintas.
Coraline, por ejemplo, es distinta a una película en animación digital; ParaNorman es distinta a una película en animación digital. Entretienen, son interesantes. A veces, desafían tu mente.


¿Qué es lo que diferencia a Laika de otros estudios? ¿Cuál es su estilo particular?
A la gente que realmente ama las películas en stop motion le gusta el estilo, de por sí. Hay una diferencia entre estas películas y las películas de otros estudios.


Pero, en la otra mano, usan bastante postproducción digital, ¿qué podés decir al respecto?
La postproducción digital es una parte importante de la película. La usamos para eliminar las juntas de las partes de los rostros de los muñecos, para remover los rigs, por cómo queremos que se vea, sin eliminar ese aspecto artesanal.


¿Cómo mantienen su imagen e identidad en un mercado dominado por otro tipo de estudios, luchando con una distribución que podría llegar a querer cambiar su forma de trabajar? ¿Tienen que luchar por mantener su identidad? ¿O es lo que el mercado espera de ustedes?
Creo que tenemos una identidad, y la gente empieza a tener, ahora, una expectativa de lo que vamos a entregar, y cómo se va a ver. Es el “estilo Laika”. Las películas salen cada dos años, tal vez cada uno. La gente va a poder ver que realmente estamos desarrollándonos en nuestra imagen y sentimiento, diferenciándonos de otras producciones. Nuestro distribuidor, Focus Features, Universal, y otros distribuidores dependiendo del país, entienden que nosotros trabajamos de manera muy armoniosa juntos, para presentar un producto.


En cierto modo, se ganaron su libertad...
Sí, pero también están las expectativas, no sólo de parte de la audiencia, sino de los distribuidores mismos, sobre cómo trabajamos. Cuando se trabaja con un equipo tan grande, hay formas para trabajar en armonía.


¿Cómo describirías esa identidad?
La identidad de Laika es lo manufacturado, lo artesanal, historias atrevidas, audaces, diferentes, inesperadas. Nuevamente, lo que mencioné del perro, que ladra desde un lugar inesperado. Las historias que contamos son desafiantes, tienen un desarrollo de personajes distinto. Podemos hacer las cosas de forma distinta, porque no estamos necesariamente en el mismo ambiente que otros estudios.
Cuando entrás en nuestro estudio, podés ver gente con lastimaduras, cortes, vendas. Es así porque están trabajando con sus manos. Y aún así, los efectos especiales digitales son una parte importante. La gente que trabaja en VFX comparte ese sentimiento común, de entregar una película “estilo Laika”, artesanal, manufacturada, de Oregon, de un ambiente distinto.


Refieriéndonos a tu trabajo, como brand manager, ¿podrías hablarnos de pasos o decisiones que se toman para comunicar esa identidad al mundo?
Cuando estamos contando una historia, buscamos mostrar pequeños fragmentos para promoción. A veces, incluso creamos escenas en stop motion específicamente para esto, antes de que la película se estrene. En cuanto a relaciones públicas, hablamos con editores de revistas y prensa, para que les quede claro qué es lo que estamos haciendo, que la gente entienda el proceso de realización del film, que está hecho a mano. Y, luego, cuando realizamos el marketing, en lugar de hacer una salida tradicional, nos gusta trabajar dentro del ambiente, que otra gente que se dedica a esto hable de nuestros productos. Entonces, participamos de festivales de cine. Hacemos presentaciones en importantes eventos en todo el mundo. Tratamos de ser parte de la comunidad de la animación. Le gente que trata de vender sus historias, intenta comunicarse directamente con su audiencia, con los consumidores. Nosotros intentamos ser un poco más creativos, cuando buscamos hacer publicidad dirigida a gente que va a compartir el mensaje a otra gente, quizá en Facebook o Twitter, o en páginas sociales. Nos comunicamos con gente independiente.


Antes de que saliera ParaNorman, estaban publicados los making-of en la página de Laika, tiempo antes de que saliera la película...
Sí, buen punto. Cuando estamos contando una historia, lo hacemos de forma en la que nos gusta mostrar al personaje. Por ejemplo, Norman haciendo algo, contar una historia de Norman haciendo algo. La publicidad es, obviamente, muy importante para nosotros, porque las publicidades que hagamos van a estar dirigidas a la misma gente, y van a ser coherentes con el resto de las cosas que hacemos. Por eso, por ejemplo, nuestros posters son más animados que otros. O se pueden ver escenas de making-of, para que la gente pueda ver qué es lo que está pasando. También, como en el caso de Coraline, el involucramiento del escritor, Neil Gaiman, hablando del film. Compartimos cosas con él, y luego él compartía cosas en su Facebook, o en Twitter, sobre la película. Es otra manera de hacerlo. Todo el marketing que hacemos está relacionado con la historia que estamos contando, lo hacemos de una forma que sea coherente con el material que producimos. Hay empresas con las que trabajamos, que son exceentes, de Portland, que entienden lo que hacemos, vienen al estudio y ven cómo trabajamos, e incluso nos ofrecen su experiencia para ayudarnos a contar la historia que queremos contar.


¿Qué buscan en Laika a la hora de contratar un artista?
Si vas a Laika, vas a encontrarte con gente que cuenta historias. El par de cientas de personas que trabajan ahí, todos, desde los animadores hasta el CEO de la compañía (que es un excelente animador), los que diseñan los vestuarios, los que construyen los sets, los iluminadores, todos son geniales en su propia materia, y todos comparten el hecho de contar buenas historias. Muchos, también, hacen su propio trabajo creativo. Tanto la gente en el departamento de cabezas, o en el departamento de vestuario, todos son creativos. Yo diría que el que esté interesado en trabajar para Laika debería ir a nuestra página y ver incluso fotos de los que trabajan ahí, leer sus biografías, es gente muy graciosa. Es un ambiente desafiante, pero ligero y divertido. El departamento de Recursos Humanos nos mantiene entretenidos, con parrilladas, almuerzos y demás. Lo primero que debería hacer alguien que quiere trabajar con nosotros es mirar nuestras películas, ser un gran narrador de historias, o tener habilidad con las manualidades.


¿Qué pensás de la animación en Latinoamérica y en Argentina?
Vi Luminaris en Annecy y fue la película más importante que se mostró ese año, la gente todavía habla de eso. La forma en la que cuenta la historia es genial. Creo que la gente, en Latinoamérica, entiende que hay películas más ingenuas pero que también hay cosas diferentes. Pasa cuando se piensa en México, o en Argentina, que es un país muy europeo, hay una mezcla de creatividades, de las culturas que formaron este país.
El caso de Luminaris fue increíble, tomaron Annecy como una tormenta. También hay muchos animadores y estudios independientes aquí, que parecen versiones en miniatura de Laika, donde la gente está haciendo sus propios muñecos, esqueletos, vestuarios, música. Muchas veces un solo estudiante o animador hace todas esas cosas solo, y es genial de ver.


¿Cuál sería tu consejo para gente que está comenzando su propia compañía, para construir y mantener su identidad?
Que sean buenos narradores de historias, y que sepan condensar las historias para mantenerlas sencillas: una buena historia en tres actos, simplemente. El desarrollo de personajes es muy importante. Hay cosas que se desarrollan con el tiempo, hay que continuar practicando, seguir haciéndolo. Por otro lado, nada nunca es perfecto, sino que siempre se está en la búsqueda de la perfección. Y eso va desde los animadores y estudiantes de animación a los profesionales, es la búsqueda de contar algo de manera genial. Es un proceso que puede empezar cuando tenés cinco años y continuar a medida que vas creciendo y mejorando. Hay una cita de Shakespeare que dice algo como “todas las historias ya se han contado, pero hay que contarlas de forma distinta” y, a veces, eso tiene que ver con la imagen, o con la técnica, o el estilo.


¿Qué consejo podés dar a la hora de posicionar una empresa en el exterior?
No estoy familiarizado con cómo se maneja acá en Argentina, pero a veces tenés que tener cuidado con compartir demasiado, tenés que cuidar tu historia o tener alguien de confianza que te aconseje al respecto. Pero, como en el caso de Luminaris, cuando sale al mundo y la gente la ve, encuentra distribuidores como Annecy, u otros festivales importantes. Hay que ser cuidadoso porque, teniendo el manager equivocado, la historia puede terminar en el lugar equivocado. Es importante encontrar a la gente indicada. Pero es una pregunta difícil de responder por las diferencias que puede ver con las regulaciones en Argentina. Tenés que estar seguro, si firmás algo, de tener buena representación legal, para proteger la historia. Una forma de lograr distribución es a través de festivales y universidades. Pero es muy importante mantenerlo protegido.


¿Tuvieron algún problema de este tipo en Laika?
No, porque, como una compañía grande, tenemos buena representación legal. Pero, por ejemplo, si alguien quiere suministrarnos una idea, tienen que hacerlo a través de un departamento específico. Si querés aportar una idea de una historia para Laika, no se puede hacer directamente. Es la forma en la que funciona la ley, son cuestiones legales.


Para terminar, ¿qué podés contarnos sobre el último proyecto de Laika, BoxTrolls?
BoxTrolls va a estrenarse el 26 de septiembre de 2014, en Estados Unidos. No sé la fecha en Argentina. Va a salir un poco antes en el Reino Unido. Es una historia sobre un pequeño niño, un bebé huérfano, abandonado en la calle, y sobre estos personajes llamados “BoxTrolls”, que viven bajo las calles. Una noche ven a este pequeño niño y se preocupan por él, así que lo toman y lo llevan a vivir con ellos. Luego el niño crece. Los BoxTrolls suelen salir a la superficie por las noches y luego vuelven a su guarida cuando sale el sol. Este niño piensa que es un boxtroll. Un día una niña lo descubre y le dice “¿Qué estás haciendo aquí, niño?”, y él se sorprende y descubre que es un niño. Es un viaje sobre el descubrimiento de sus orígenes, de encontrar su familia. Tenemos un repertorio de voces increíble, Ben Kingsley, Simon Pegg, Tracy Morgan, Elle Fanning (hermana de Dakota Fanning, quien hizo la voz de Coraline). Es emocionante, es algo que nunca hicimos antes, en cuanto a estilo. La técnica es la misma, todavía usamos veinticuatro cuadros por segundo, pero los vestuarios son mucho más elaborados, el cabello es increíble. Se puede ver la transición desde Coraline, a ParaNorman, hasta BoxTrolls, pero todos tienen en común la idea de transmitir una buena historia en una hora y media, más o menos, con los mismos elementos: suspenso, sorpresa, intriga.
Algo interesante de las películas de Laika, es cuando se presentan en eventos además del estreno general, como en festivales de cine. Las películas participan en festivales de cine infantil, pero también en festivales de películas de terror. BoxTrolls va a ser un poco distinta en este sentido, todavía tiene elementos que desafían a la mente, pero... ya lo van a ver cuando salga la película.


Redacción de preguntas, traducción al español y corrección: Sofía Poggi.

Realización de entrevista: Santiago Van Dam y Sofía Poggi.

Cobertura Taller Latinoamericano de Stop Motion, La Plata, 2013


Primer Taller Latinoamericano de Stop Motion
Moushon! hizo un seguimiento de la increíble experiencia del TLSM que consistió en un taller práctico donde un grupo de treinta y seis animadores de todo Latinoamérica hicieron un corto colectivo en pixilation, y charlas de expertos donde se presentaron Dante Sorgentini, Bernardo Clausi, la productora Can Can Club, Mark Shapiro y Juan Pablo Zaramella.


En la ciudad de La Plata se desarrolló, en la semana del 30 de septiembre al 4 de octubre, el Primer Taller Latinoamericano de Stop Motion (TLSM), en el marco del 8vo FESAALP, reconocido festival de cine que se lleva a cabo en la ciudad. El Taller fue una propuesta que surgió de CELESTE Estudio Creativo, para generar un espacio de intercambio y aprendizaje de stop motion dentro del marco del Festival. El proyecto consistió en una convocatoria a animadores de distintos países de Latinoamérica, con los más diversos currículums y experiencias en animación, generando así un grupo heterogéneo con una pasión en común: la animación. El taller tuvo como directora a Yashira Jordán, directora de Durazno (Árbol Cine Orgánico-Carrousel Films, en etapa de postproducción); a Daniela Scelsio, como productora; y al animador Igor Gopkalo Streif como guía y curador.


Taller de experimentación en pixilation
Las actividades prácticas consistieron en una jornada de organización y tres días de rodaje, para la generación de un corto en pixilation, en el que la totalidad de los participantes del taller (treinta y seis animadores de distintas edades y formaciones) fueron actores, directores y organizadores.
Uno de los aspectos más interesantes e innovadores del Taller fue que se contó con el apoyo del NIP (Núcleo de Investigación Pedagógica), con Enio Arroyo Gómez como coordinador. Gracias a ellos, se realizaron, a lo largo del taller, una serie de actividades lúdicas para reforzar la confianza, los vínculos y la soltura corporal en los participantes, además de generar un espacio de autoevaluación para generar un feedback entre participantes y organizadores, para futuras propuestas y para generar una continuidad de las actividades y los vínculos sociales generados en el taller. El principal logro del apoyo del NIP fue la generación de una verdadera experiencia colectiva y unificante para el grupo.
El Taller comenzó con un brainstorming, donde tres grupos plantearon tres propuestas distintas, que se llevarían a cabo en cada uno de los días de rodaje, conectadas. A esto se sumó una grabación de sonido generada íntegramente con las voces de los participantes, que fue operada por la sonidista Danitza Tapia. A su vez, contamos con la enriquecedora presencia de Estefanía Martínez, la fotógrafa que se encargó de la fotografía e iluminación del corto, así como la operación del software de captura.


Charlas de expertos
Tuvimos el agrado, en el taller, de conocer a los expertos que dieron conferencias especiales, entre los cuales se encontraban los talentos platenses Dante Sorgentini y Bernardo Clausi, realizadores de la serie animada ganadora de concurso del INCAA, Beto; el grupo de Can Can Club, la productora realizadora de Teclópolis, quienes transmitieron su experiencia en el mundo laboral de la producción de animaciones para publicidad. Luego, contamos con la estelar presencia de Mark Shapiro, el invitado que viajó desde Estados Unidos para formar parte del taller, como representante de Laika, la empresa que realizó Coraline y Paranorman. La charla final fue la de Juan Pablo Zaramella, junto al actor y guionista Gustavo Cornillón, quien protagonizó, junto a María Aché, Luminaris, su último corto en pixilation. Las charlas fueron en vivo en el Centro Cultural Islas Malvinas, donde se desarrolló el FESAALP, al mismo tiempo que se transmitieron en vivo por streaming para los espectadores online.
La primera charla, por Dante Sorgentini y Bernardo Clausi, fue un excelente caso de talento local en animación, en la que se mostró el proceso de producción Beto, la serie animada en stop motion ganadora de un concurso del INCAA. Los animadores mostraron los muñecos y esqueletos que desarrollaron para la serie, además de detallar el proceso de desarrollo, construcción de personajes, organización y todas las cuestiones inherentes a una producción de estas características.
En el segundo día, contamos con la presencia de los animadores y la productora de Can Can Club. Esta empresa hizo hincapié en el aspecto comercial y en la producción de animación para publicidad y trabajos por encargo. Además, transmitieron su maravilloso corto Teclópolis e hicieron un adelanto de su próximo trabajo, Inercia.
La tercera jornada de las charlas de expertos contamos con la presencia de Mark Shapiro, recién llegado de Portland, Oregon, Estados Unidos, con quien Moushon! tuvo el agrado de realizar una entrevista íntima. En la charla, Shapiro mostró material tanto publicado como inédito de la intimidad de Laika (empresa que produjo las películas Coraline y ParaNorman), dando a los espectadores un acceso directo a la realidad de los fantásticos sets de la productora. A su vez, adelantó la película que va a estrenarse el año que viene, BoxTrolls, y trajo una gran sorpresa consigo: muñecos de animación de Coraline y ParaNorman, que la gente pudo ver, tocar, y fotografiarse con ellos.
Para cerrar con las charlas, tuvimos la presencia de Juan Pablo Zaramella, junto a Gustavo Cornillón, protagonista y co-guionista de su corto Luminaris. En la charla, mostraron el proceso de ideación y producción del corto, desde pruebas inspiracionales, hasta el animatic y el making-of. Para cerrar con esta increíble jornada, los participantes mostraron a las dos eminencias el experimento en pixilation realizado por los mismos en el Taller.


Testimonios
Moushon! tuvo una entrevista personal con Yashira Jordán y Daniela Scelsio, las ideadoras y propulsoras del Taller, que acompañaron a los participantes y a los expertos durante todo el proceso.
Luego de haber realizado los separadores animados en la séptima emisión del Festival, surgió el proyecto, según contaron, el estudio de CELESTE, junto a Igor Gopkalo Streiff: “Hablando, surgió. Nos empezamos a conectar nuevamente con la gente del FESAALP, con Federico Ambrosi, para trabajar con ellos. Se lo comentamos, y surgió la posibilidad de hacer este talle. Esa fue la gran ayuda que nos dieron, nos cedieron el lugar. Y, de ahí, empezamos a planificar esta locura que se está viniendo”, cuenta Daniela. “Surgió la idea de hacer la convocatoria -porque el festival lo permitía- a nivel latinoamericano. Lanzamos la convocatoria, y por suerte nos respondieron de Venezuela, Colombia, Bolivia, México... Realmente tuvo una linda respuesta”.
A su vez, para permitir la apertura y accesibilidad del Taller, se otorgaron becas a la mayoría de los participantes, de forma que nadie quedara afuera: “La idea de las becas surgió enseguida, ni bien se planteó el taller. Queríamos que, al ser la primera vez, todos pudieran tener la posibilidad. Pensamos que, si íbamos a hacerlo selecto, tenía que ser por el lado del talento y, sobre todo, del interés, no por lo económico. Fue más que nada en eso en lo que nos fijamos a la hora de seleccionar a los becados. A la hora de convocar, pedimos una carta de interés, que tuvo más peso incluso que la video-filmografía de cada uno. Básicamente, tratamos de buscar una línea, que todos tuvieran en común ese interés por el stop motion, aunque fuera cada uno por un lado distinto”.
Habiendo concluido el Taller, charlamos con Igor Gopkalo Streiff, curador del taller, para preguntarle por su experiencia en este primer experimento, con el desafío de coordinar una cantidad tan grande de personas, y generar un producto animado en tan sólo tres días de rodaje: “Fue muy emocionante hacerlo por primera vez, todo un experimento, lanzarse así a la pileta. Y fue muy gratificante que los participante te transmitan y te devuelvan algo tan maravilloso, haber logrado todo esto. Tengo muchas ganas de seguir y de que siga mucho tiempo más, que nos volvamos a ver y generar experiencias iguales, mejores. Hicimos amigos, se afianzó una cosa genial, y ganas de seguir viéndolos diariamente”.
Los participantes también nos dejan su opinión: “la verdad que estoy muy contento, fue maravillosa la experiencia, crecimos muchísimo y, la verdad que todas las charlas fueron realmente estimulantes y ahora estamos todos desesperados por empezar a trabajar”. “El taller estuvo buenísimo, sobre todo por conocer gente, por hacer algo grupal. A mí lo que más me gustó fueron las charlas de expertos a la tarde, que te abren la mente, te das cuenta de que no estás tan lejos como uno cree.”


Hasta el año próximo...
La experiencia fue rica y amplia, aún con las complicaciones necesarias por ser el primer intento de este Taller. Los aspectos didácticos, lúdicos y sociales se combinaron en distintos espacios y actividades, generando un grupo unido y aprendizaje en distintos niveles.

La conclusión a la experiencia, la reflexión posterior que surge después de esta semana intensiva y de los largos meses de preparación, es que un evento así no sólo estimula el conocimiento específico de la disciplina, sino que también fomenta la producción y el desarrollo desde la generación de contactos que posiblemente tengan como fruto la generación de proyectos nuevos. Se produjo un riquísimo intercambio cultural entre los participantes de distintos países de Latinoamérica y de distintas regiones del país, logrando así generar una red de intercambio y un grupo ya unido por una experiencia de trabajo colectivo. Esperamos que esta experiencia continúe, crezca y se desarrolle junto a la animación y al stop motion.